El ocho de Katherine Neville




Rebuscando en los armarios más polvorientos de mi casa encontré una caja llena de libros -de muchas tantas- de mi padre. A él, a diferencia de mí, le encantan las novelas policíacas y muy pocas difieren de este género, pero este libro parecía encajar con mi gusto literario personal. El ocho de Kahterine Neville es una aventura entretenida, con una historia simbólica que entraña muchos personajes famosos y secretos del universo. Se centra en el juego del ajedrez.

A pesar de eso, evidentemente he encontrado muchos fallos y me gustaría comentaros. Antes de comenzar decir que, a pesar de ser un amante de la literatura, soy más escritor que lector y, en todo caso de ponerme a leer concentradamente, suelo leer tratados, nada de novelas. Hace tiempo que me puse como meta personal leer más novelas, pues desde que comencé a escribir mi libro no he tenido tiempo para ello. Y este libro, El Ocho, es el primero desde que comencé que me ha decepcionado. Vayamos por partes.





Los personajes

Planos y para nada interesantes, tan vacíos que podrían poner a Bob Esponja como protagonista principal y no notarías la diferencia, aunque seguramente le superaría en inteligencia a la protagonista llamada "Cat". No estoy exagerando ni lo más mínimo, esta autora es incapaz de crear personajes y describirlos, mucho menos desarrollarlos. Todos los personajes son puntuales y simples, ninguno de ellos llega a encantarte demasiado, ni siquiera la protagonista principal, porque esta novela se centra en la historia. No nos habla de las inquietudes de los personajes ni tan siquiera nos muestra como son, solo son colocados en un laberinto del cual tienen que salir. Realmente no recuerdo ningún personaje salvo a Cat y su amiga Lilly, pero ninguna tiene un lugar en mi corazón. Como mucho podrías simpatizar con Cat por lo estúpida que es o te podría empezar a caerte gordo y tirar el libro por la ventana o usarlo para calzar una mesa coja.
 
Y aquí es donde empezamos a hablar exclusivamente de Cat, la protagonista. Uno de los personajes más aburridos y absurdos que he leído. La pobre mujer se ve inmersa en una aventura que debería haber acabado con un disparo en la sien y dos páginas de libro, si nos basamos en la verosimilitud, pero no, esta chica tiene mucha suerte. Tanta que acabará por cansarte las miles de casualidades y milagros que le ocurren. Con nulas capacidades consigue descubrir todos los secretos, casi sin querer, teniendo la bondadosa amistad de todos los que le rodean, que le confían sus secretos y los descubrimientos de toda una vida a una mujer más simple que una piedra.

Para que nos entendamos, el libro trata de conseguir un objeto de poder inmenso y para ello se necesita investigar, para lograr entender su significado y funcionamiento. Muchos personajes desean este objeto pero, en vez de quitarse de en medio a la más inútil de las personas, la ayudan porque sí. Porque si no el libro acabaría en cinco páginas. De hecho, lo que más raro resulta es que tenga tanta suerte siempre, que a pesar de ser una boba siempre consiga resolver todos los enigmas. Que nunca se tope con un enemigo y le dispare en la cabeza para acabar con tanta tontería -pues sus enemigos son hombres de muchísimo poder, ella solo un simple peón-, te resultan tan absurdo que acabas perdiendo el interés. Puedes escribir una novela sobre un ser de la quinta dimensión que resulta ser el presidente de estados unidos disfrazado con un camuflaje y aun así no romper la verosimilitud. Debes ser fiel a la realidad que has creado, a las leyes del universo de tu libro. Y con más razón si tu libro se trata de una novela histórica. Que sí, que le das matices mágicos o simbólicos, esotéricos, pero de ahí a crear una absurda suerte nacida por la cara bonita de la estúpida de tu personaje es pasarse, hay que crear situaciones que el lector se crea. Y si existe alguna situación inverosímil, que el lector la acabe entendiendo en el transcurso de la novela, ¡al menos!



La verdad es que la personaje principal es una inútil y todos los de su alrededor le ayudan en todo y, a pesar de que no soy un experto en la materia, hace parecer a la historia un poco machista. Las mujeres son simples peones que han de ser ayudados por los hombres. Incluso Lilly, que supuestamente es una de las mejores ajedrecistas, no es capaz de mucho más que la protagonista Cat. La única mujer de poder en este libro es la reina, la figura del ajedrez. Básicamente esta novela es muy parecida a las típicas historias de mujer en apuros, porque Cat no lo habría conseguido sola ni en un millón de años. De hecho, si borras a Cat de la historia no habría cambio alguno, y eso es muy triste. Me molesta bastante que el personaje principal sea tan insignificante.

Yo aquí dándole clases a la gente, quizá no soy quién para hacerlo, pero cuando publique mi libro aceptaré todo tipo de críticas.


La historia
La aventura es divertida y me ha gustado bastante, en un principio, pero siendo sincero la novela tiene muchas taras. La historia acaba por no sostenerse y esto se relaciona con la verosimilitud explicada con anterioridad. La relación personaje-acción no está bien vinculada. Recuerdo leer cada capítulo o dos la típica frase de "Y esto sería decisivo para mí supervivencia en menos de dos segundos", "Y no sabía que esto que me acababan de decir iba a serme de muchísima ayuda". En serio, la autora lo repite tanto que me crispa. Es como que la personaje recibe información y ella misma suelta esta frase, como dándole un codazo al lector diciendo: "Eh, que esto es casual, ¿eh? Nada premeditado, que me hayan dicho que tengo que coger este lápiz para que no me maten en la siguiente escena es todo casualidad, confía en mí". Juro que le estampaba el libro en la cabeza por cada maldita frase de estas.

Y es que mientras lees este libro te das cuenta de algo muy deprisa. Es un fan-fic. Para los que no sepáis lo qué es un FanFiction, es una historia la cual se centra en algún personaje popular o conocido, ya sea artista, escritor, periodista, futbolista, actor, etc. Son escritos por fans y se suelen incluirse en las historias a ellos mismos, aunque a veces no es así y simplemente meten a sus artistas favoritos en historias creadas por ellos. Así surgió el asqueroso libro de 50 Sombras de Gray. Bien, pues esta novela es un Fan-Fiction. Digamos que el 95% de los personajes que aparecen son famosos, como Napoleón, Rousseau, etc. Aparecen sin cesar celebridades que muchas veces aportan más bien poco, si acaso información. Está claro, la protagonista es la propia autora y se ha incluido en una historia rodeada de sus más queridas celebridades históricas. Es entrañable, sí, o patético. No digo que esté mal incluir personajes famosos, pero que tu libro se base en simplemente meter celebridades en una historia me parece de ser mal escritor. ¿Qué escritor que se precie no sabe crear personajes?



El simbolismo
Bien, mi parte favorita, ya que -para los que no lo sepan ni me conozcan- adoro la simbología. Es mi segunda pasión. Por ello este tema en particular me crispa en esta novela. La autora trata de crear un aura mística de manera burda, intenta parecer trascendental, introduciendo simbología muy barata. Frente a un lector desconocedor de la simbología podría parecer hasta interesante, se sorprendería seguramente con la "maestría" de esta autora. Para alguien que ama la simbología es un chiste de mal gusto. Es demasiado evidente que lucha con todas sus fuerzas por hacer que su novela parezca simbólica y profunda. En esto ha fallado al cien por cien, sin duda.


Conclusión final: no os lo leáis
Lo que más me tuvo enganchado a la novela fue la historia, la misma aventura, que está bastante entretenida. El único problema es que resulta bastante predecible y al final del libro pierde fuelle, acabando por cansarte. De hecho, lo único bueno que los editores usaron para publicitar este libro es esto mismo, que la continuidad de la aventura estaba muy lograda. Cosa que no es del todo cierta, sobre todo al final como he dicho, pues tuve que acabar pasando páginas e incluso capítulos enteros para ver un absurdo y estúpido final, muy en la línea de la estúpida protagonista y de la incapaz de la autora.

Algo que me ha fastidiado, quizá porque estaba ya cansado del libro en las últimas páginas, fue el superfluo fanservice de la protagonista con un personaje masculino. El fanservice es darle un regalo a tus fans. Si por ejemplo tu audiencia ama a dos personajes, pues haces que se besen en un capítulo o que aparezca alguna escena picante. Pues esta autora pensó que sería genial darle un poco de fanservice a su audiencia, pero quedó demasiado evidente. Desde el momento uno en el que apareció este personaje masculino, supe que acabaría acostándose con Cat. Y si leyerais como surge, como se lo propone, como lo describe, en serio que os cortáis el cuello. O se lo cortáis a la autora. Simplemente penoso.

Es entretenida, sin más, nada del otro mundo. Ya me parecía raro que los editores no añadieran nada mejor a la hora de publicitarlo, está claro que no hay nada más que decir que eso. Es una bonita aventura. Y ya. Ya vale de destripar a Katherine Neville.


Saludos


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