Lewis Caroll y su Alicia



Lewis Caroll era un hombre, escritor y matemático, obsesionado con una niñita llamada Alicia. Estos factores pueden ayudarnos a comprender la lectura mucho mejor. A pesar de que mucha gente piensa que estas obras se basan en las drogas alucinógenas, son una mezcla del pensamiento de Caroll. Al ser matemático incluye muchas de sus inclinaciones, como la teoría de la gravitación universal, las ordenaciones lógicas ("siempre llegarás a alguna parte si caminas lo suficiente", dicho por el gato de Cheshire, ejemplo que usan los científicos para ilustrar el contraste entre la realidad informe de la materia y el carácter intencional de toda ordenación lógica), lógica simbólica, positivismo lógico, etc.

Parodias de poemas escolares y de carácter moralizante, como crítica a las bobadas que les obligaban a memorizar, convirtiendo estos modositos poemas en escandalosos pecados en verso. Caroll suele criticar mucho en su libro el sistema educativo de su época, con varios ejemplos escandalosos (en personajes como Tweedle dee y Tweedle Dum). De verdad, millones de poemas son parodiados en ambos libros, son interesantes de leer, todavía más si lees las notas del traductor y comprendes su procedencia y crítica original.

Hace mucha crítica social y política, como el relato de la morsa y el carpintero. Aunque muchos interpretan las imágenes de Tenniel (que hizo las ilustraciones del libro), más que las propias palabras del autor Caroll, quien no tenía tantas agallas para hacer tantas alusiones políticas, según las propias opiniones del traductor.

Muchos juegos de palabras que no se entienden en nuestro idioma, pero si el libro cuenta con notas del traductor seguro os da una explicación. Juegos de palabras y bromas, unas mejores que otras, que pierden totalmente el sentido al ser traducidas. En algunos pasajes hasta se vuelve absurda la conversación a causa de este problema entre idiomas (gracias al traductor todo se entiende con las notas a pie de página, en mi caso, al final del libro).

Algunos de los personajes que aparecen son leyendas o deformaciones de tradiciones populares. Como el gato de cheshire (que viene de un queso llamado Chesire, que venían en forma de gato y parecía que sonriera), Humpty Dumpty (personaje popular de la época), La liebre de marzo y el sombrero (Las liebres se volvían locas en marzo por la primavera y todos los sombrereros de la época, a causa de un auto-envenenamiento con mercurio, acababan locos), etc.

En el segundo libro introduce la temática del ajedrez, cuyos movimientos de Alicia corresponden a movimientos de un peón en el tablero (con algunos errores que marca el traductor).


Lewis Pedobear Caroll

Este libro fue escrito para la pequeña Alicia, obsesión de Caroll. No vamos a cuestionar los sentimientos de Caroll, ni vamos a criticarle por tenerlos, sino que vamos a analizar y contar la historia de la niña Alicia. Caroll muestra sus tendencias en numerosas ocasiones durante ambos libros.

Al principio del primer libro hay una escena en la que Alicia aparece en una casa, llena de gritos, salen platos y objetos de cocina volando por la puerta. Un bebé llora dentro. Este bebé, posteriormente se convierte en un cerdo. Esto muestra el desagrado que sentía Caroll por los niños pequeños. De hecho, detalla Servando Rocha, alguien preguntó a Lewis Carroll por qué motivo no retrataba a niños y su respuesta fue: «Soy selectivo. Esa raza no me interesa».

En el segundo libro, cuando Alicia visita una tienda y aparece de repente en un río sobre una barca, Caroll muestra su amor por Alicia. Alicia está en la barca recogiendo juncos del río, metiendo sus cabellos en el agua, con el aroma balsámico de los juncos. La imagen de la dama metiendo sus cabellos en el agua simboliza la sensualidad de la mujer en la literatura nórdica.

En el segundo libro también aparece el Caballero Blanco, en el que se retrata Caroll a sí mismo. El caballero es bueno pero algo inútil para la vida, Caroll se autocompadece demasiado de sí mismo en este trozo del relato.

    Desde el primer momento Alicia quiere ser reina y no la prisionera de nadie (pues el Caballero Blanco dice que Alicia era su prisionera), el caballero no puede ir más allá de la linde del bosque. Alicia no está interesada en tener vínculos más íntimos, como los que tuvo con el ciervo (único personaje de ambos libros por el que siente cariño Alicia), pero si siente compasión por el Caballero blanco, siente, al menos, cierta simpatía.

    Aquí aparece la relación ideal que desea tener Caroll con la niña Alicia, y es que él desea ser cuidado como un viejo chocho por ella.



Caroll y Alicia se conocieron cuando ella apenas había cumplido los cuatro años de edad. Su amistad se prolongó durante mucho tiempo, Caroll también se hizo amigo de las hermanas de Alicia y daban paseos juntos, a veces incluso ellas eran fotografiadas por Caroll, aficionado a la fotografía.

Se sabía que no retrataba a niños, nunca a niños, sino a niñas, y que siempre estaba rodeado por ellas. Portaba en sus manos una maleta llena de juguetes para entretenerlas. El escritor provocaba sobre las niñas una mirada «bastante seductora» en los retratos, sobre todo en Alice Liddell, pero a él este interés le duraba mientras éstas no maduraban y cuando lo hacían, rompía toda correspondencia con ellas.

Sus autobiografos, al morir Caroll, recibieron los documentos y diarios del autor con tachones. La familia había borrado algunas cosas, para silenciar ciertos aspectos de la vida del autor que quizá eran escandalosos.

Vladimir Nabokov sufrió las mismas insinuaciones cuando publicó «Lolita» y entonces respondió: «El auténtico Humbert Humbert es Lewis Carroll», rememora el editor de La Felguera.


La historia de Alicia no es cosa de niños: "Para Carroll, la locura no existía. Por eso se pasó la vida construyendo mundos en los que su humanidad no fuera un pecado, y cerrándolos con llaves doradas, para que solo los más atrevidos pudieran animarse a empuñarlas" (Fuente en la bibliografía).


Conclusión

No creo que nadie pueda decir nada negativo de esta obra, es simplemente un cuento para adultos que, desgraciadamente, se entiende para niños. Una lectura amena, llena de locura, de crítica y diversión. Los símbolos que comenta Lewis en estas dos obras (Alicia en el País de las Maravillas y Alicia a través del Espejo) son muy interesantes y quizá en algún momento los analice. A raíz de estas dos obras comencé a estudiar psicoanálisis y los símbolos freudianos.

¡Debéis leer a Lewis Caroll sin duda!

Bibliografía


 http://www.abc.es/cultura/20130702/abci-extrana-obsesion-lewis-carroll-201307020955.html

http://www.playgroundmag.net/articulos/columnas/Lewis-Carroll_0_1624037593.html

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