Los espejos venecianos



Este libro me lo leí hace mucho tiempo, demasiado como para recordar su trama y suficiente como para admitir que, en plena ignorancia adolescente, no entendí absolutamente nada de lo que leí. Hoy, tras pasados aproximadamente 10 años, vuelvo a leer este libro. Acabado en menos de tres horas he de decir que es una lectura amena, fácil y sencilla, perfecta para, sino niños, adolescentes. Pero gente demasiado joven podría no comprender nada de la historia, que fue lo que precisamente me pasó a mí.

Como trabajo de evaluación debíamos leernos "Los Espejos Venecianos" de Joan Manuel Gisbert, que sigue viviendo actualmente y sigue su labor de escritor. Escritor de literatura infantil y juvenil. Con lo cual dejamos claro en primera estancia que este libro es de un nivel bajo y que lo criticaremos según su nivel.


Apunto estuve de donar este libro a alguna biblioteca o asociación, pero cuando lo vi ahí tirado en una bolsa pensé: ¿y qué si me lo quedo? Y así lo hice. Y hoy me lo he vuelto a leer, dejándome un buen sabor de boca. Eso sí, aclaremos ciertas cosas.


  1. Es una lectura tan fácil que hace reír, pero recordemos que está pensado como literatura juvenil.
  2. No es la temática que precisamente suela leer o me agrade, pero me apetecía aprender un poco del modus operandi literario del terror, o al menos del aura terrorífica que poseen este tipo de temáticas.
  3. Para un lector experto podría ser demasiado fácil, pero eso no quiere decir que vaya a aburrirse. Se divertirá con este relato.
  4. El vocabulario, teniendo en cuenta su nivel, es mucho más que aceptable.


Tras estos preámbulos, podemos hablar de si realmente es adecuado para adolescentes. En primer lugar creo que el vocabulario es, sí, sencillo, pero para nosotros. Para un joven puede ser demasiado pesado. Quizá es que yo de pequeño era bien imbécil, pero verdaderamente no me gustó la lectura, no entendí nada y no permaneció nada en mi memoria. Por lo tanto digamos que no es un libro para jovencitos, sino para principiantes en una literatura más seria o para jovencitos que aman la lectura y están hartos de memeces. Como los libros absurdos e insípidos de Laura Gallego.

La temática misteriosa, la investigación constante del protagonista Giovanni, hace del libro algo interesante. Al principio puede parecer aburrido, pero la trama se va definiendo poco a poco y no puedes dejar de leer. Eso sí, como digo, a una persona demasiado joven le aburriría.

A todo se acostumbra el lector, si practica lo suficiente, si se impregna del arte de la lectura. Conforme pase el tiempo, acabará amando las lecturas más complicadas, intrínsecas y difíciles del mundo. Porque buscará sacar de ellas todos los secretos y el resto de libros ya no guardarán misterios para él. Por ello nunca es tarde para comenzar a leer y, mucho menos, para releer un libro. Algo que, quizá, deberíamos hacer mucho más.


El final, además, cierra el círculo del misterio, atando cabos que con anterioridad nos podrían haber causado confusión irascible. Un final que a muchos no gustará, pero que a pesar de lo que conlleva sigue otorgándole a la trama un residuo mágico que perdura en el lector. Y qué le hará preguntarse muchas cosas. Una mezcla perfecta entre la objetividad más lógica y la subjetividad más emocional.


La importancia de la literatura infantil

Es importante que, a diferencia de mí, los niños lean libros. Pero que no les manden leer El Cid o Tirant Lo Blanc, porque de paso se podrían leer la Biblia también o Paraíso Perdido y acabamos de matarlos de aburrimiento.

Un niño necesita libros sencillos, literatura juvenil, adaptada a su entendimiento. ¿Qué pretendemos con esos tochos de libros que no aportan absolutamente nada a la infancia? Por ello este libro no sería perfecto para jóvenes, pero si para jóvenes que adoren leer (como he dicho con anterioridad).

Aunque hoy en día la literatura juvenil está abarcando mucho mercado. Demasiado diría yo. Es como que los adultos nunca crecieron, al menos mentalmente, y siguen teniendo la capacidad lectora de un niño de once años. ¿A dónde vamos a llegar a parar? Todos conocemos esos libros de las librerías que parecen Fan-Fics escritos por quinceañeras. ¡Vergüenza!

Pero todo el mundo tiene derecho a leer lo que le plazca. Eso sí, yo también tengo plena libertad para criticar y despreciar lo que no me gusta.




Breve pero intensa crítica.

Publicar un comentario

0 Comentarios