El ser humano es el mayor Edipo de la historia

El Karma es una Mentira



Mucha gente cree en una fuerza universal, una ley que ejecuta e impone castigos a los malhechores, se le puede llamar Karma: tarde o temprano tendrá su merecido, no te molestes en tomar represalias, te traerá malas consecuencias. Otros, simplemente, lo llaman infierno, el lugar en el que sufres por todos los pecados cometidos en vida. Te asegura pues, un sádico torturador que azotará a todo aquel que obre mal y se lo merezca, como un “no te ensucies las manos, ya me encargo yo”.


¿No es acaso lo mismo? Un mal caerá sobre ti si no obras como yo te digo. Infierno, Karma.


Dios debe ser muy majo, nos quita esa dura "carga" de vengarnos de alguien, lo cual solo nos traería sufrimiento (con lo bonito que es ver la agonía ve tu némesis tras darle venganza, ¿hay acaso algo más dulce?). En el infierno todos ellos arderán en el ígneo fuego y tú les verás desde tu parcela de cielo riendo maquiavélico. No hay nada que hacer: la gran parte de la población creerá en esta ley universal firmemente y apartara todo su odio y su ira, reprimirá el sentimiento e intentará comportarse como socialmente aceptado está, y es que dominar a las masas es más fácil de lo que pensáis. Y así la gente bloquea sentimientos, explotando en enfermedades, traumas o problemas psicológicos, todo porque un día le dijeron que odiar era malo, que debe uno ser civilizado, que debe comportarse perfectamente cuando está claro que el ser humano es por naturaleza imperfecto. Así es como nos destrozan por dentro.




  • KARMA: no
  • Ley de atracción/Causa-efecto: SÍ.


Que alguien reciba su merecido no es karma, es ley causal y de atracción. Un movimiento tiene un efecto, al estilo fichas de dominó, todas caerán y en algún momento, puede ser o puede no ser, que alguna de esas fichas se le caiga encima. Entonces eso lo llamaríamos karma. Pero, en el caso de que hiciera un movimiento y no le cayeran las fichas encima, ya el karma no existe, que injusta es la vida. ¿Entonces, por qué el karma funciona en ciertas situaciones, ocasiones o personas y a veces no? Porque no es karma señores, es la ley de causa-efecto.

Y aquí entra la ley de atracción. Una persona tendrá su merecido, le caerán las fichas de dominó encima, cuando se sienta culpable. La ley de atracción dice que si tu piensas en cosas malas atraes cosas malas, ergo, si te sientes culpable pensarás que te mereces un castigo y serás tú mismo y únicamente tú mismo quien te lo provoque. También las influencias ajenas (energía o pensamientos de otras personas) influyen, pero tú eres el detonante, tú mismo.


Y es que el Karma no tendría que ser un castigo en vida, sino un castigo tras la muerte. Cuando mueres, si has sido malo en tu anterior vida, te reencarnas en algo inferior. ¿Una cucaracha? ESO es el karma, pero este neokarma inventado es una absurda tontería. Y aun el karma original es más estúpido, porque... ¿de qué sirve reencarnarse para mejorar en la existencia si se ha borrado todo recuerdo de los errores? ¿Cómo aprendemos de ellos entonces, estamos destinados a repetirlos hasta que el Uroboros  se quiebre?



No es que aquello sea incorrecto, es que no les conviene que cada uno piense por si mismo, no les agrada que vosotros estéis satisfechos, su odio a lo humano, su "auto-odio", puede llegar a límites insospechados, interpretando al ser humano como un bastardo, una sucia criatura que fue condenada con la sabiduría pero sin el don de como usarla, una bestia animal propia de la naturaleza. No es que pretendan hacernos mejores personas, quieren arrancar nuestras raíces, porque el ser humano ante todo es un animal, por mucho que les pese. Quieren convertirnos en seres automáticos, como robots que accedan a cualquier orden.


Desde que el mundo es mundo el hombre ha intentado separarse de la naturaleza y ha luchado en constancia con ella en dura batalla como si fuera la gran enemiga, hemos inventado miles de maneras de evadirla, nos han construido ciudades para apartarnos del campo y olvidar de donde venimos: algún día fuimos puras bestias, pero, ¿y ahora? El ser humano se ha convertido en una maquina programada, que inventó el trabajo muy orgullosa pero luego cuando es mandada a su destino a ganarse las lentejas es alienado del resto, alejado y tratado como una computadora, y es entonces cuando lo natural llega a nuestros corazones, y es cuando ellos aprovechan para vendernos su basura ecológica y natural, pero en el fondo sigue siendo pura mierda como siempre. Cuando el hombre es alienado en el trabajo, ya lo dijo Engels, lo bestial se convierte en humano y lo humano en bestial, porque en el fondo esas pasiones más profundas son nuestro verdadero ser. Ellos siempre tratarán de venderlos lo nocivo como lo sano, y lo sano como nocivo, y cuando cambie la dualidad y se invierta, como pasa cada era, mutarán los extremos, pero nosotros siempre estaremos engañados.


No creo que haya nada de malo en nuestra parte animal, pero ellos intentan lavarte la mente: está bien lo que nosotros decimos, si no atente a las consecuencias.


Es entonces cuando te toca devolverle el favor a tu dios diabólico: para favorecer la suerte tan sólo tienes que obrar bien, no hacer daño al prójimo y hacerte responsable de tus actos, incluso los involuntario, como le ocurrió al pobre Edipo, que fue severamente castigado, tú lo serás si incumples las normas. Tú serás el maestro pero eres también el esclavo, amigo, pues siendo dotado de conocimiento fuiste encadenado por tu Dios para no poder agarrarlo.

Y es que somos el mayor Edipo de la historia, pues buscamos desesperadamente un chivo expiatorio a quien echarle las culpas pero somos nosotros los que aceptamos sus dogmas y sus mentiras, y cuando los pilares de la casa se caen sobre nosotros pedimos explicaciones y buscamos un culpable, pero lo tenemos delante, pues somos nosotros. Siempre hay una doble cara, y es que tu mafioso Jehova no va a mancharse las manos gratis, quiere que le asegures tu alma, en buenas condiciones a poder ser, lo mejor posible para luego poder venderla en el mercado negro, que el no vive del aire -básicamente, nos utiliza-, tienes que hacerle una ofrenda por sus servicios de asesino a sueldo y guardaespaldas.


Querido, tú que temías al diablo con sus tentaciones y fue él quien te aconsejó morder la manzanaTú decidirás a quien le vendes tu alma.


Es hora de analizar este paraíso que nos otorga: mientras Lucifer nos ofrece la manzana, el eco de las palabras de Dios resuena en nuestra cabeza, Él nos ha regalado la paralización completa de nuestro ser y conciencia, pudiendo así manejarnos como marionetas. No es un buen regalo, en mi opinión, darnos este sufrimiento, esta negación del ser natural y de nuestro yo más profundo, esta veda de los placeres, incluso de la satisfacción más mínima, ¡Oh, gracias señor! ¡Por otorgarnos el poder de saborear y no poder disfrutarlo porque es pecado! Si dios no hubiese querido que sintiésemos placer, no tendríamos la capacidad de sentirlo, y ahí es donde entra Lucifer, el rey de las tentaciones.

Dios le hizo perfecto, pero fue tal la perfección que el aprendiz superó al maestro. El nos obsequió con las sensaciones más sucias y lascivas, nos deleitó con el placer rojo, él es el responsable de todo lo "malo", alguien a quien echarle la culpa de un jarrón roto.


Todo esta construido para que cualquier acción sea pecado, para que todo sea siempre en beneficio suyo. ¿Comer? ¿Dormir? Te aleja de dios. ¿Disfrutar de tu cuerpo? Lascivia. ¿Aspirar a aquello que tiene el vecino y usar este deseo como un aliciente? Envidia. ¿Desbloquear emociones con quien se las merece? Ira. ¿Exigir lo que te mereces? Avaricia. ¿Amarse a uno mismo? Soberbia.


Jehova, colega, ya no engañas a nadie. Quisiste jugar y ahora que vas perdiendo se notan tus desesperados movimientos intentado mantener el control. Pensaste que ibas a ganar la partida pero no contabas con esto: para él no es un juego. Admite la derrota porque, Señor, la Luz y la Verdad han triunfado.

Abrid los ojos y admitid sus errores, dejad de adorar a un sádico y adoraros a vosotros mismos, quien realmente se lo merece. Y odiad lo que debe ser odiado, pues Lucifer, portador de la luz, defensor de la justicia y la verdad, no es vuestro enemigo. Si él os gratificó con el placer prohibido ¡Gracias Lucifer por tu regalo! Si no fue así: ¡Dad las gracias porque él defiende vuestro derecho a poder morder la secreta fruta! Que los placeres más ocultos sean de todos y que saboreéis las más maravillosas delicias cual ambrosía.




Él es tan sólo un dictador, un niño que se divierte con sus juguetes, pero cuando pierde arruinan su fiesta y arrambla con todo hasta destruir, tanto propiedades ajenas como las suyas.

Los humanos somos los que quieren jugar pero nunca perder, los que quieren irse pero también permanecer. Lo queremos todo y nada, pero ¿y si realmente podemos tenerlo?


Nos enseñaron a no esperar nada, a desvanecernos, nos inculcaron la desidia, la felicidad está prohibida. Es hora de romper los esquemas mentales.

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