Técnicas Creativas para escritores


Inspiración

Es cierto, crear es complicado, pero todavía más encontrar la pasión que desemboca en aquel tsunami de ideas. Porque bien sabemos que no es lo mismo escribir una novela que un relato, pero también dista mucho escribir algo que amas a escribir algo que consideras un matatiempos, algo que en realidad no te llena ni te despierta la chispa escritora, la vena pasional que hace que, como novela rosa, te enamores de tu escrito empedernidamente.

Porque eso es escribir, enamorarse de lo que escribes, de tu historia, de tus personajes; amar, odiar. Acumular toda emoción posible para plasmarla en el papel (o en el Documento de Word), indexar cada idea a una palabra, a una frase, a un párrafo, a un capítulo. Pero he de seros sincero, os enamoraréis menos de relatos que de novelas. Porque el amor es como un cocido, y escribir bien también. Se necesita tiempo para cocerlo, para que se cocine bien, primero le echas los ingredientes, esperas que hierva... poco a poco, sin prisas. Por esto mismo una novela será más fácil que nos conquiste, porque se hace la difícil, cuesta seducirla.

¿Cómo conseguir la inspiración necesaria? A veces no es lo qué cuentas, sino lo que quieres decir. Ahí está el truco de todo buen escritor, porque contar una historia de chico conoce a chica se ha contado tantas veces que vas a tener que añadirle un toque mágico. Tu toque personal y único. Esto se consigue con la intención, ¿por qué escribes este relato/novela? ¿Qué te mueve a ello, que fuerza cósmica?

Por ello lo primero será buscar qué queremos decir, una moraleja, filosofía final, una enseñanza. No todos los relatos o novelas han de tener este detalle, pero ayuda bastante y le dará algo especial a tu escrito. Por ejemplo, mi relato Sombras tiene como pretensión contar una historia real, para que la gente abra las puertas a lo paranormal; otro relato mío Enfermedad Fractal tiene una enseñanza más profunda, como la realidad es dual, a veces ilusoria, como los sentidos nos engañan, como los demonios pueden ser mentales o reales, como a veces es complicado distinguir sueño de realidad, mátrix de lo real. Y muchas enseñanzas se pueden fusionar en un mismo relato, pero has de tener una razón general, un objetivo principal.

¿De dónde saco mis historias?

Te voy a recomendar varios métodos. Todos bastante fáciles.

  1. A través de los sueños: escribe los sueños interesantes, extraños o extravagantes que tengas, te podrían servir para escribir buenas historias.
  2. Une dos objetos aparentemente sin relación: une una nevera y una invasión alienígena, o una goma de borrar y un asesinato. A través de palabras aleatorias puedes montar una historia.
  3. El Tarot u otro método de adivinación: el Tarot es el más visual, el más accesible para los no entendidos en materia. También hay muchos otros como la bola de cristal, el I-ching, Tarot egipcio, pero son quizá demasiado profundos y con matices más espirituales que mundanos. En el Tarot puedes usar los arcanos mayores o incluso los menores para ello y a través de sus significados (o tu interpretación personal) crear una historia.
  4. Escucha música e imagina una escena: como si fuera un videoclip, quizá a partir de ahí comience un nuevo relato. Muchas veces la letra nos dice algo, la música otro y, depende de nuestro estado de ánimo los sentidos cambian. Utiliza la música que tenga mensaje para inspirarte.
  5. Reinventa un cuento ya existente: coge una historia y dale la vuelta, escríbela a tu gusto o cambiando algunos detalles para darle un toque de diferencia, quizá de crítica. Un ejemplo es mi relato corto de El jardín del Edén. Puedes reinventar la caperucita o incluso un libro que ya existe, ¿por qué no Harry Potter? ¿Y ese relato de Cortazar que acabas de leer lo reescribes a tu manera? O puedes copiar la idea a modo de taller. También puedes coger escenas de novelas que estés leyendo y volver a escribirlas (tal y como tú crees que quedarían mejor).
  6. Copia lo existente: puedes simplemente copiar la estructura de una novela, copiar la plantilla básica de la misma para crear tu historia. Por ejemplo, podrías copiar la estructura de Edipo Rey; una ciudad con un problema, el rey trata de resolverlo, se embarca en una aventura y descubre que él es el culpable.
  7. Usa una imagen: coge una imagen que te parezca bonita y trata de darle una historia, es algo que yo suelo hacer. Plasma en un relato la historia que te transmite esa imagen.
  8. Pregúntale a alguien: ¿qué relato le gustaría leer? ¿Qué historia le interesaría?
  9. Inspírate leyendo: ¿quieres escribir relato corto? Lee a autores que escriban relatos cortos.
  10. El Azar: ¿quieres crear una historia y no sabes cómo empezar? Primero elige la temática, ¿terror, romántica, thriller, fantasía? Pónle un número a cada uno y tira un dado. ¿Mujer, hombre, alienígena, animal? ¡Vuelve a tirar los dados! Y así cada vez que tengas una duda, haz un relato al estilo dripping.

Visualización

Muchas veces nos cuesta visualizar el mundo que vamos a crear, tenemos los aspectos generales, pero ¿y los específicos? Para ayudarte a escribir una historia tienes que plasmar esas ideas en papel y para ello voy a darte unos consejos.

  • Imágenes que te inspiran: busca imágenes en internet (yo te recomiendo TUMBLR porque son de mejor calidad artística), imágenes de personas que se parezcan a tus personajes, de lugares o ambientes que podrías describir en tu novela, de objetos estrafalarios o curiosos que te atraen y te gustaría incluirlos. ¡Todo lo que tú quieras!
  • Mapas: dibuja mapas (en Photoshop, por ejemplo). Si vas a escribir una obra que sucede en un lugar de fantasía, es decir, en un lugar que no existe, te recomiendo dibujarte mapas para orientarte mejor por tu propio mundo. En caso de que sea un lugar real, por ejemplo Los Ángeles, te recomiendo mirar mapas de la ciudad, no hace falta que sea fidedigno pero quizá puede inspirarte.
  • Dibujos: si las imágenes no te ayudan, dibuja tú mismo a tus personajes y lugares, aunque no dibujes demasiado bien.

Detalles de un universo:

  1. Ambiente: es bueno que expliques un poco dónde sucede la historia, sobre todo si es un lugar inventado. Tampoco des detalles superfluos, pero unos pocos sí. Depende de si tu estilo conlleva grandes descripciones, las cuales a mi no me gustan, personalmente. ¿Sucede en una ciudad, en un pueblo, en otro planeta? ¿Tienen luz eléctrica o usan el fuego o la magia?
  2. El tiempo: a veces en las novelas el tiempo parece romperse, si tu novela trata el realismo y sucede en un lugar conocido, debes ceñirte a las medidas de tiempo conocidas. En cambio, si tu historia sucede en otro lugar desconocido, puedes inventarte normas nuevas para el tiempo, que vaya más lento o más deprisa. Esto es algo que no muchos se plantean, pero es muy importante tenerlo en cuenta.
  3. Política: ¿república, reino, imperio? ¿Dictadura, democracia, anarquía?
  4. Vestimenta: qué tipo de ropas usan, si existe la moral en cuanto a ropa recatada y demasiado "libertina", qué es bello y lujoso y qué se considera horrible y de pobres.
  5. Cultura y costumbres: ¿tienen cultura, cuál? ¿Qué costumbres tienen, tienen supersticiones, religión?
  6. Aspectos raciales: si creas una nueva raza, ¿tienen alguna característica que solo ellos como raza poseen? Como tener facilidad para cuidar las plantas.
  7. Aspectos básicos: ¿comen, trabajan, duermen, pueden morir? Qué tipo de seres son y cómo actúan.
  8. Sociedad: ¿hay clases o jerarquías? Puede haber ricos y pobres, puedes dividirlo según el origen de la persona (la nobleza) o según el trabajo (ganas más o menos dinero) o según las posesiones, o la vestimenta o lo que se te ocurra (si uno tiene magia y otros no).

Detalles de tu historia:



  1. Sujeto: el protagonista de tu historia.
  2. Destinador: lo que acciona la trama de la historia.
  3. Objeto: el objetivo del protagonista.
  4. Destinatario: a quién quiere ayudar.
  5. Adyuvante: quién está de su parte, quién ayuda al protagonista.
  6. Oponente: quién se le opone.
  7. Objetivo: mensaje que quieres dar como autor con esta obra.

Ejemplo:
  1. Sujeto: Carlos.
  2. Destinador: un accidente de coche.
  3. Objeto: volver a aprender a andar.
  4. Destinatario: a si mismo.
  5. Adyuvante: su mujer Carla.
  6. Oponente: su pasado, su propia mente, su enfermedad.
  7. Objetivo: todos podemos superarlos y curarnos de un mal pasado.

Sinopsis, hilo central y estructura:

Todos conocemos lo que es la sinopsis, en este caso debe ser algo que resuma la obra entera sin hacer spoilers, despertando el interés en el lector. Por lo tanto, ha de ser lo más corta posible y describir los aspectos más importantes de la obra.

El hilo central se divide en tres partes: nos basaremos en el ejemplo anterior.
  • Fundamentación: una caída no significa la muerte, no hay que rendirse.
  • Resumen: Carlos ha tenido un accidente, lo que le ha dejado en silla de ruedas. La rehabilitación no será únicamente física, sino mental, pues su pasado le persigue y descubrirá cosas de si mismo que hacia tiempo estaban ocultas.
  • Resumen en una frase: Carlos, tras un accidente, acaba en silla de ruedas y se enfrenta a una dura rehabilitación física y mental.
Ahora miremos la estructura de esta novela:
  • Carlos se acaba de casar con Carla > Carlos hace un viaje de trabajo a Madrid (causa1) > Accidente de coche (efecto1 y causa2)
  • Carlos está en rehabilitación (efecto2 y causa3) > Carlos se encuentra con su pasado (efecto3)
  • Carlos supera sus miedos y su problema (efecto2 final)

Muchas veces una causa tendrá varios efectos, como en este caso. Las tramas podrán ser más o menos complicadas a gusto del autor. Esto nos ayudará a visualizar la obra desde un punto más técnico y poder resolver los errores de trama. ¿No hay causas? ¿No hay resolución a la causa principal? ¿No hay efectos de alguna de las causas de la historia?

Imagina que Carlos de pronto está depresivo, ¿dónde está la causa? Esto es una forma simple de verlo, pero para explicarlo debemos hacerlo así. Si la causa la explicas luego, todo está correcto, pero las causas y efectos deben estar presentes.

Imagina otro caso, Carlos rompe con Carla pero no tienen efecto alguno. Carlos sigue su vida de forma normal. ¿No sería extraño? Debes cerrar el círculo y si alguna causa está solitaria o algún efecto está solitario, explicar o dejar caer por qué, no dejes nada al azar.


Manifestación

Aquí depende ya de cada uno, cada cuál tiene su estilo y su forma de contar historias, pero voy a dar un repaso a algunas cuestiones que yo me planteé al escribir mi novela:

Descripciones: ¿seguidas o en diálogos? A veces nos encontramos con un personaje nuevo y nos lo describen, en su totalidad, en ese mismo instante. Esto puede parecer algo automático y sin vida, yo recomiendo mezclar. Dar un toque de descripción, dejar que personajes lo describan, darle toques en otras escenas. A no ser que nuestro protagonista se fije especialmente en ese personaje, no hay razón para describirlo al completo. ¿Por qué se iba a fijar nuestro personaje en este en concreto?

Mapas: ¿describirlos o dejar que se cuenten solos? Muchas veces, para plantear el mundo nuevo (sobre todo si es inventado) debemos dar una imagen genérica del universo. En este caso, podemos explicar como está organizado el mapa. Aquí tenemos Cuenca, aquí Madrid. También podemos usar a personajes para que nos lo cuenten o dejar que las escenas de la obra, por sí solas, nos vayan descubriendo el camino.

Decir o mostrar: siempre mostrar, es mucho mejor. ¿Te crees de mi boca que Carlos es testarudo o te creerías más ver a Carlos mostrarse testarudo en una escena? Las escenas ayudan a empatizar con el personaje, nuestras palabras mucho menos. Y esto se conecta no solo con personajes, sino con detalles del universo, ¿decir que tienen cerveza o mostrar que tienen cerveza? Podrías hacer una lista de cuantas bebidas o comidas tienen, o puedes hacer que un personaje se pida una pinta.

Batallas y guerras: sin duda lo más difícil, pasan mil cosas a la vez y no sabes en qué centrarte. Focalizate en un personaje y síguele durante la batalla, ves saltando en ocasiones a otros, para contar como va la batalla de forma general. Siempre cuenta lo importante, lo que cause efectos. Muchos autores optan por descripciones generales, sin focalizar en nadie, diciendo que "miles de flechas caían, escudos sonaban contra espadas, cabezas rodaban en el suelo, sangre corría". De este modo damos una visión de pájaro de toda la batalla, pero queda más vacío ya que no nos centramos en ningún personaje y no nos metemos en su piel, no empatizamos ni mostramos su camino.


En resumen, nada de lo que hagas está mal propiamente dicho, tú tienes tu estilo y tu forma de ser como escritor. ¿Qué consejos nos darías tú? Y como última ayuda, cuatro puntos que siempre tengo delante antes de escribir algo:
  1. Muestra, no cuentes.
  2. No repitas palabras.
  3. No maluses los adverbios y adjetivos.
  4. Crea el ambiente.

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